25 años y un momento para recordar
A lo largo de este año hemos celebrado el 25 aniversario del Hotel Augusta Vallès, el momento cumbre de esta celebración fue la fiesta organizada el 22 de junio en la terraza de la piscina, a la que acudieron clientes, proveedores, accionistas, trabajadores, antiguos trabajadores y otros amigos del Augusta.
El administrador del hotel, Daniel Testor, escribió estas palabras para recordar este momento poco antes de dejarnos el pasado 19 de octubre. Hoy las compartimos para cerrar el 25 aniversario del hotel del modo que creemos que lo hubiera hecho él.
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25 AÑOS Y UN MOMENTO PARA RECORDAR
El pasado 22 de junio, celebramos la inauguración del Hotel Augusta Vallés hace ya 25 años (Hotel Alfa como se conocía en ese momento).
Ya desde el momento en el que finalizó la fiesta, cuando conducía hacia casa, y durante estos 3 meses siguientes, se ha ido formando una idea en mi cabeza; una idea cada vez más clara, cada vez más estructurada, una idea que pugnaba por salir del mundo conceptual para ver la luz en el mundo real: fue un momento especial, un recuerdo que permanece y que quiero compartir.
Recuerdo cuando me preguntaron: ¿hacemos una fiesta para el 25º Aniversario del hotel? Y no dudé: pues claro que sí, nuestros colaboradores se lo merecen, es algo que sólo pasa cada 25 años, hay ganas de celebración y nos lo tenemos que pasar bien.
Recuerdo en semanas anteriores a la fiesta, la planificación, las reuniones con los colaboradores: cocina, restaurante, decoradores (haciendo partícipes incluso a los becarios que estaban esos días aprendiendo el funcionamiento del hotel); el revisar la ubicación de mesas sobre planos de los espacios interiores, terraza, piscina, Mirador, elegir el tipo de comida, las invitaciones, el pastel, ¿fuegos artificiales?…
Recuerdo los nervios de los días anteriores: ¿irá todo bien?, ¿qué falta por hacer?, ¿hará demasiado calor? ¿tenemos que habilitar espacio para sillas?, ¿nos ha confirmado mengano o zutano?, no cabrá el pastel por la puerta, ¿por dónde lo metemos?, ¿deberíamos avisar a los bomberos?, ¿me tocará hablar? …
Y llegó la hora … y la memoria conserva muchos apuntes: empieza a venir la gente, todos con ganas de participar en la fiesta, el equipo de sala recibiendo con una sonrisa y copa de cava a nuestros invitados, la original decoración de la piscina, el guitarrista amenizando el evento, mi inútil intento de multiplicarme para poder estar presente con todos los amigos, el rincón de los vinos, el fantástico pica-pica, el carro de gin-tonics, la meteorología comportándose, el Mirador convertido en oasis para los más acalorados …
Recuerdo el discurso de Silvia: explicando los inicios del hotel, abierto en mayo justo antes del Gran Premio de F1 de 1992, sin agua, sin electricidad, sin informática que funcionase, un equipo joven, pero con muchas ganas … dirigiendo durante su intervención miradas cómplices y repartiendo sonrisas a todo aquel que aparecía en su campo de vista ….
Recuerdo los discursos de las autoridades: Maragall, los Juegos Olímpicos y la importancia de estos para el desarrollo de ciudad y poblaciones cercanas, la creación de Vilanova del Valles, y la importancia del hotel a lo largo de estos años de funcionamiento para la propia Vilanova del Vallés, Granollers y comarca.
(Obvio comentar mi propio discurso pero estaba nervioso de narices) …
Y después el pastel entrando al himno de Barcelona-92 (música sólo, sin voces), grande, enorme, original, lleno de luces, lleno de color, fuego … risas, aplausos, de repente se acaban los nervios, relax, todo ha ido bien, es el momento del photocall al lado del pastel y los enormes números azules, una intensa e interesante conversación sobre arte y pintura experimental … los clientes alojados del hotel han participado también de la fiesta (directa o indirectamente) pero no les hemos molestado.
La gente empieza a marchar, da tiempo para otro gin-tonic, quedamos cada vez menos, seguimos pasándolo muy bien, el tiempo corre y no te das cuenta ….
Me voy y todavía siguen charlando y disfrutando el momento…. y pienso que mañana debería estar todo de nuevo en su sitio pues el hotel es un no-parar
Y al día siguiente, a primera hora, está todo en su sitio …. desayuno con clientes que se han quedado hospedados pues venían de lejos … y entran ganas de repetir …
Daniel Testor
Hotel Augusta Vallés
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Categorías: Hotel Augusta Barcelona Vallès
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